Toshiba anuncio que ha vendido su participación restante del 19,9 por ciento en su marca de portátiles Dynabook a Sharp, saliendo oficialmente del negocio de los portátiles y del PC en general.
Aunque es cierto que ya hace muchos años que no es una marca importante en este sector (vendió la participación del 80,1 por ciento a Sharp en 2018), este último paso ha sido definitivo, un final de un capítulo de 35 años en la historia de la empresa.
La compañía fue pionera en el espacio de las computadoras portátiles, comenzando con la T1100 de 1985, y estableció un estilo que no cambió mucho hasta que llegó la línea PowerBook de Apple en 1991.
Durante los 90 y 2000, avanzó con sus líneas Satellite, Portégé y Qosmio, siendo destacable la Satellite de 13,3 pulgadas de 2002.
Se cree que todo comenzó a caer con la apuesta fallida de Toshiba por el HD DVD, mientras otras se concentraban en Blu-ray. Luego teníamos a Apple, Dell y Lenovo compitiendo con los ultraportátiles como las series MacBook Air y XPS, y el mercado de PC era cada vez más reducido.
Seguirá concentrándose en impresión y almacenamiento, así como en energía y comercio minorista, por lo que no desaparecerá de los escaparates de las tiendas de informática.
