Una investigación australiana explica que hay un color en que la sensación y sabor son mucho mayores.
Para pasar el frío, neutralizar el calor, permanecer más rato despierto o por simple gusto. Lo cierto es que son muchas las razones de por qué millones de personas beben café a diario y en diferentes momentos del día.
Sin embargo, una investigación revelaría un dato importante respecto a este líquido: su sabor depende del color de la taza en la que se ingiera.
Una investigación dirigida por el profesor de psicología de la Federación Universitaria de Australia, George Van Doorn, y expuesta en la revista Flavour Journal, demostró el curioso resultado.
Para llegar a él, los entendidos usaron a 18 personas, a las cuales les dieron café en recipientes blancos y transparentes. Los implicados se inclinaron mayoritariamente por el vaso blanco.
Pero la idea era dar más variedad al estudio, por lo que se escogieron a otros 36 desconocidos, quienes tomaron en envases blancos, azul y transparentes, pero el resultado no varió.
Las conclusiones de los estudiosos fue que independiente de que el líquido era el mismo siempre, el contraste visual entre lo claro de la taza y lo oscuro del café, provocaron una «autosugestión en el consumidor».
Se supone que la gente espera un sabor más intenso y amargo en las tazas blancas, y uno más suave con un recipiente oscuro.
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